Y para estar a tono, Verano de J. M. Coetzee. Y como me da flojera escribir de qué va (y como síntoma de que es tiempo de dejar los blogs), transcribo el final... Que también es el final de este blog...
Antes John tenía poco que hacer. Ahora eso está a punto de cambiar. Ahora va a tener todo el trabajo que sea capaz de realizar, todo ese trabajo y más. Va a tener que abandonar algunos proyectos personales y convertirse en enfermero. O bien, sino quiere ser enfermero, debe renunciar a su padre: "No puedo enfrentarme a la perspectiva de cuidar de ti día y noche. Voy a abandonarte. Adiós". Una cosa o la otra: no hay una tercera vía.
Good night and good luck!
Que el futuro os sea propicio!
PD FINAL: casi unánime, es la mejor o está entre las mejores del 2010. Verano es el reflejo de lo que está sucediendo y lo que sucederá. Coetzee es el autor. Lo público y lo privado, las capas de ficción en unas memorias falaces, pero que son más verdaderas que la vida. Ser escritor: estar y no estar. Ausente. Solo pero rodeado de absolutamente todos. Así acaba el 2010 y este blog.
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12 de noviembre de 2010
VELÓDROMO
Preparando el campo para Aeropuerto (la próxima novela) de Alberto Fuguet, el trailer de su última pela de garaje: Velódromo.
Dividida en tres partes (La siembra, la cosecha y el acopio), Tiempos difíciles enmarca la historia del aprendizaje de dos hermanos en la victoriana, industrial, negra y sobre todo positivista y utilitaria Inglaterra del siglo XIX. Charles Dickens divide su novela con títulos agrícolas en una ficción que trata de describir un mundo industrial plagado de obreros devorados por el naciente sistema industrial. Un padre desea que sus hijos sólo aprendan realidades. Cero imaginación ni ensoñaciones. Sólo la fría realidad. De frente a ella.
La novela se abre con un discurso brutal...
Pues bien; lo que yo quiero son realidades. No les enseñéis a estos muchachos y muchachas otra cosa que realidades. En la vida sólo son necesarias las realidades. No plateéis otra cosa y arrancad de raíz todo lo demás. Las inteligencias de los animales racionales se moldean únicamente a base de realidades; todo lo que no sea esto, no les servirá jamás de nada. De acuerdo con esta norma educo yo a mis hijos, y de acuerdo con esta norma hago educar a estos muchachos. ¡Ateneos a las realidades, caballero!
Mmmmmm. Cuánto ha cambiado todo desde Dickens. Ahora ya no serían realidades lo que Tomas Gradgrind reclamaría, sino lo virtual, la realidad paralela de la imagen, las redes sociales, el internet, la arritmia obsoleta de la tecnología... Aunque el resultado fuera el mismo del final del libro, porque la historia es cíclica y todo se perfecciona. ¡Ateneos a lo virtual, señores y señoras!
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5 de noviembre de 2010
LA FIESTA SALVAJE
Un poema de los años veinte, escrito por Joseph Moncure March, ilustrado en los 90 por Art Spiegelman. Reproduzco la excelente introducción del ilustrador:
La presente edición sigue el texto original, que considero una imagen perfecta de su época. Mi deseo de ilustrar La fiesta salvaje surge no solo de la añoranza del inocente hedonismo de dub-dub-a de los años 20, aunque confieso sentir una tremenda nostalgia por todas las décadas que preceden a mi nacimiento. Después de todo ya hemos vivido todas las décadas del siglo XX al menos dos veces. En este momento posmoderno las podemos ver todas de manera simultánea –la austeridad de los 30, el genocidio de los 40, los zapatos de plataforma de los setenta– mientras nos precipitamos hacia el milenio, como si nos ahogáramos y viéramos cómo nuestro pasado transcurre en un suspiro ante nuestros ojos.
Es posible que el tono perfectamente afinado de March, entre la perpleja inocencia y el cinismo mundano, resuene con total vigencia en nuestra década de los 90. La generación “perdida” de March vio cómo la civilización se descomponía en pedazos en La Guerra que Había de acabar con Todas las Guerras. Nuestra generación “náufraga” ha visto recientemente el Fin de la Historia. Su generación engullía ginebra de fabricación casera y montaba una fiesta salvaje. Nuestra generación traga Prozac –o se extravía en librerías de segunda mano– mientras espera que la policía entre para poner orden.
El argumento es el siguiente:
The story of a wild Prohibition-era Manhattan party is told in syncopated verse inspired by the jazz rhythms of the day. First published in a limited edition of 750 in 1928 and promptly banned in Boston, William Burroughs read it in 1938 and later explained, "It's the book that made me want to be a writer." It was reissued in a toned-down version in 1968, but it wasn't until after Art Spiegelman chanced upon an original edition in a used book store that the complete text of the poem would find large distribution, now greatly enhanced by Spiegelman's signature illustrations which capture the jump and hustle of the rhymes. The result is a fusion of Gatsby-esque decadence and Frans Masereel's urban gloom that is titillating, exhilarating, and engigglating.
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Y MIENTRAS TANTO... EL PULSO SIN DESCANSO, EL PULSO SIN DESCANSO...
FRANCO. Del germ. Frank: libre, exento. Sencillo, sincero, ingenuo y leal en su trato. Liberal, dadivoso, bizarro y elegante. Desembarazado. Libre, exento y privilegiado. Patente, claro, sin lugar a dudas.
CAVAGNARO: es un apellido italiano originario de Parma pero extendido en Liguria, donde existe un río con ese nombre. Existen datos desde el siglo XIV. Pasaron a América desde el siglo XVI y en mayor cantidad desde el siglo XIX a Estados Unidos, Argentina y Perú. Hay estudios sobre la rama peruana que inició un Angelo Cavagnaro, de San Andrea de Verzi, que llegó en 1852 con toda su familia.