Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un «¡Ahhh!».
(On the road, Jack Kerouac)
Pero entonces zozobraban por las calles como peonzas perdidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por morir, loca por callar, loca por perderse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca silva y odia los lugares comunes hasta la bilis, que implosiona, implosiona, implosiona como fabulosos cohetes rojos estallando igual que cadáveres entre fósiles y entonces se ve estallar una luz atómica y todo el mundo de fantasmas y espectros que los rodea desde el pasado suelta un «¡Ohhh!» desesperado.
Todos contentos. Ganó el Premio Nobel de Literatura 2010 un grande. Mario Vargas Llosa. Alguien que arriesgó todo por su pasión. En noviembre sale su última novela: El sueño del celta. Aquí recuerdo su anterior novela: Travesuras de una niña mala. Hace casi exactamente 4 años (fuck! Cómo vuela el tiempo). Su homenaje a otra novela que amo La educación sentimental. Flaubert. Hoy quiero lanzar mi propio homenaje en mi inédita novela El síndrome Fred Astaire. Capítulo 25.
25
Lo primero que hago al llegar a la oficina es escribirle un mail a D.
Querida D:
Tú tendrás muchas más posibilidades de salvarte. Yo estoy condenado. Si no apareces hoy, el lado oscuro de la luna empezará a eclipsarse otra vez sobre mí.
¡Aparece ya!
Todos los días he tenido el temor de encontrar una carta de despido sobre mi pupitre anunciando mi expulsión inmediata y sin juicios de por medio de la universidad, por acoso sexual y seguimiento continuo a la alumna D. Por cuyo caso (seguiría la carta), usted ha sido removido de su puesto y, en consecuencia, debe dejar inmeditamente su oficina. Pero nada de esto ha sucedido. En cambio, concluyo por segunda vez: la telepatía existe, no se trata de esta ficción, es un hecho. Dos personas pueden estar interconectadas. Al final la vida no es más que química e impulsos electromagnéticos. No hay nada misterioso en el exterior, ni libre albedrío ni destino (qué tonterías inventa el hombre para limitar su voluntad o llenarse de culpa), todo se explica mediante compuestos químicos y diminutos electroshocks alojados en las omnipresentes ondas electromagnéticas. Según el artículo aparecido en el último semestre del año en curso de la versión australiana de Animals Review, escrito por Clark Stevenson, Ph. D. in Reproduction, Sex and Death: “Si las zarigüeyas emiten su delicioso olor para anunciar su celo, por qué los humanos deberíamos ser racionales y electivos. No hay lógica. Todo se reduce a tu perfume corporal. No usar desodorante, no bañarse. No cambiarse la ropa interior: el amor tocará tu puerta”.
Las ondas electromagnéticas me trajeron a D otra vez. Cupido con el calzoncillo sucio toca a mi puerta. Así como desapareció un día, hoy apareció sentada en el mismo lugar de siempre. Con la misma mirada de indiferencia frente al mundo y las personas, el mismo gesto de profundo hastío. Estoy cautivado por esa indeferencia ante el mundo, quizá reflejo de un odio visceral como el mío. Una isla singular en medio del anónimato de otros jóvenes igualmente somnolientos. Toda la clase estuvo dirigida a ella: la señora Arnoux, la esquiva y ubicua amada del joven Fréderic Moreau. La gran novela de la desilusión: La educación sentimental de Gustave Flaubert. La gran ficción de la eterna espera en el amor, la realización del amor. Las idas y venidas, la aceptación y el rechazo. Todo desde los ojos siempre ansiosos de Moreau, incomprensible juguete de las pasiones de su inconstante amada. El mal burgués que por un estúpido ideal de amor aplaza su futuro y fracasa en la compulsión de la vida moderna. Por ejemplo, llevándolo a los términos de esta historia, M es un típico Moreau, aunque algo más inconstante. Su amor es inconstante, está buscando cualquier mujer en la que se encarne su necesidad de afecto, pero él está muerto de antemano. Eso es trágico: ¡esperar que el amor se encarne! ¡Esperar que el ideal se encarne! Así consiga enamorar a esa mujer, le resultará imposible mantener la llama ajena y la suya propia. Quizá él lo sabe, por eso encarna en mujeres como Do (alguien a todas luces superficial, alguien que nunca sabrá apreciar los sentimientos absolutos que M cree interpretar de mal modo) su ideal del amor, las ficciones que M cree puedan llegar a convertirse en realidad. Porque hasta en el rechazo hay más calor que en el vacío. Por eso, Moreau y M sufren de la misma desilusión por alcanzar el calor de la absoluta aceptación o el más arbitrario de los rechazos.
Después de lo mal que la pasé en las últimas elecciones presidenciales, las municipales se sienten diferentes. Hay una atmósfera diferente. Al menos del lado de la gente que ansía el cambio y no se deja amedrentar por el miedo de la derecha más reaccionaria, cavernaria, embrutecida y emputecida. Los reyes y sus mayordomos y sirvientes. Lo de ayer sigue siendo un tanque de oxígeno en una ciudad conservadora y cerrada. Obviamente en el mundo brillante y optimista que me rodea, esta elección es de miedo. Para ellos (aunque más sea una cuestión de forma que de fondo) la cosa seguirá igual y con el tiempo comprenderán que el cambio no es dramático. Al menos no por ahora. Da que pensar todo esto que está ocurriendo. Espero que esta tendencia continúe y se afiance, y que el hecho de que comience desde aquí, desde la Horrible, sea el síntoma que movilice más cosas aún. En todo caso, ayer mientras esperaba que Angie marcara la FS y el corazón en Miraflores (al fin se va la lacra de Masías), escuchaba Let there be more light de Pink Floyd. Estamos esperando que la mighty ship se manifieste ahora, no en Mildenhall, sino en la Av. Wilson jajaja o algo así.
Far, far, far away - way, people heard him say - say I will find a way - way, there will come a day - day Something will be done, then at last the mighty ship Descending on a point of flame, made contact with the human race at Mildenhall
Now, now, now is the time - time. Time to be - be - be aware Carter's father saw him there and knew the Rhull revealed to him the glowing soul of Hereward The Wake.
Oh, my, something in my eye - eye, something in the sky - sky Waiting there for me. The outer lock rolls slowly back The service men were heard to sigh for there revealed in glowing robes Was Lucy in the sky.
Oh - oh - did you ever know - know, never ever will they I cannot say summoning his cosmic powers And glowing slightly from his toes the psychic emanations fly .
PD. Me estaba olvidando. El inicio de esta canción tan singular y quemada (Syd Barrett aún estaba en el grupo, ya bastante loco y encerrado en su habitación, ufff) es la misma de Taste in men de Placebo. Una versión bastante gay dicho sea de paso ja!
¶ 11:33 a. m.0 Comentarios
Y MIENTRAS TANTO... EL PULSO SIN DESCANSO, EL PULSO SIN DESCANSO...
FRANCO. Del germ. Frank: libre, exento. Sencillo, sincero, ingenuo y leal en su trato. Liberal, dadivoso, bizarro y elegante. Desembarazado. Libre, exento y privilegiado. Patente, claro, sin lugar a dudas.
CAVAGNARO: es un apellido italiano originario de Parma pero extendido en Liguria, donde existe un río con ese nombre. Existen datos desde el siglo XIV. Pasaron a América desde el siglo XVI y en mayor cantidad desde el siglo XIX a Estados Unidos, Argentina y Perú. Hay estudios sobre la rama peruana que inició un Angelo Cavagnaro, de San Andrea de Verzi, que llegó en 1852 con toda su familia.