Al modo en que ahora se nos presentan las noticias vía El Comercio. ¿Qué tienen en común Ray Bradbury y Andrés Calamaro? Ufff pregunta capciosa. Una nueva herramienta post moderna Marketing Press. Descreer de la tecnología cada vez más. Descreer de la realidad. Descreer de la vida. Tengo una cuenta en Twitter aunque no sé para qué sirve. Así que es casi como si no la tuviera. Desconfío del Twitter. Aunque probablemente (y es quizá lo que realmente sucede) Calamaro no necesita del Twitter para demostrar su fama (un par de buenas canciones y nada más, aunque suficiente), reniega diciendo lo que es obvio:
140 caracteres pueden metérselos profundo en el medio del ojete, me importa tres pepinos perder un segundo más en el rebaño de boludos con Blackberry o lo que es peor: conectados a la nada a cambio de demostrar que son infantiles... Ideologías desaparecidas, extinguidas hace ya tiempo, participar en un coro de subnormales generadores de concepto light, que asco de post modernismo (perdón si me río).
Por otro lado, en una más sesuda nota en Perú 21, el redactor titula excelentemente: Ray Bradbury, fuera de este mundo, el nonegenario escritor, creador de esta tecnología post moderna en sus sueños de literatura (Crónicas marcianas, Fahrenheit 451) que todos celebran, es el más descreído de este mundo de ciencia ficción de cartón piedra. Bradbury reniega de la tecnología: odia las computadoras, la Internet, los celulares. Y las redes sociales, claro.
Estamos demasiado comunicados. ¿Con cuántas personas queremos estar conectadas? ¿Cuántos amigos tenemos de verdad? ¿Por qué se quiere estar en contacto con todo el mundo? Yo creo más en el contacto humano real. La gente tiene que decir cuál es la función de la tecnología en su vida, y cómo va a usarla.
Lo que tenemos es la culpa moderna, modern guilt. Chemtrails.
I can't believe what we've seen outside. You and me watching the jets go by. Down by the sea. So many people. They've already drowned. You and me watching a sea full of people. Try not to drown You and me watching a sky full of chemtrails. You and me watching. You and me watching. The chemtrails is where we belong. That's where we'll be when we die in the slipstream. We'll climb in a hole in the sky.
FRANCO. Del germ. Frank: libre, exento. Sencillo, sincero, ingenuo y leal en su trato. Liberal, dadivoso, bizarro y elegante. Desembarazado. Libre, exento y privilegiado. Patente, claro, sin lugar a dudas.
CAVAGNARO: es un apellido italiano originario de Parma pero extendido en Liguria, donde existe un río con ese nombre. Existen datos desde el siglo XIV. Pasaron a América desde el siglo XVI y en mayor cantidad desde el siglo XIX a Estados Unidos, Argentina y Perú. Hay estudios sobre la rama peruana que inició un Angelo Cavagnaro, de San Andrea de Verzi, que llegó en 1852 con toda su familia.