En Rolling Stones de Argentina escriben una nota sobre el nuevo disco del Mozz, Years of refusal, lanzando en febrero del presente año. La reproduzco. Aún he escuchado solo el single de lanzamiento via VH1: I'm Throwing My Arms Around Paris. Y mientras posteo me estoy bajando del Limewire el disco. Está medio lenteja. Este es el artículo (la mayoría que comenta está de acuerdo, Years of refusal está solo de relleno).
"Siempre he sido más amado que admirado. Creo que los músicos son admirados, pero yo me siento querido y siempre me he dado cuenta de ello. Lo prefiero así. Quiero decir, Eric Clapton es admirado, pero ¿quién podría amarlo? Su propia madre quizá." Sobre aseveraciones de este tenor, Steven Patrick Morrissey define desde los tiempos de The Smiths el lugar que ocupa en el rock y por dónde pasa la fascinación que provoca su figura de reverendo inadaptado. Pertenece a una estirpe de cantantes en extinción, una rara cruza entre el misterio de Scott Walker y la sabiduría mordaz de Leonard Cohen. Por eso cada vez que amenaza con retirarse, cambiar de residencia o editar un nuevo disco, suena la alarma redentora entre la feligresía del santo bocón. Es como un Indio Solari del rock inglés, pero con un poco más de humor y baja tolerancia a la falsa humildad. En la arrogancia de sus dichos continúa la línea de pensamiento que describen sus letras de soledad, hastío y romanticismo suicida, una pluma sardónica inspirada en las maravillosas provocaciones de Oscar Wilde. A punto de cumplir 50 años, Mozzer lanza otro de sus discos esenciales: como en los mejores momentos de Viva Hate (1988), el insuperable Vauxhall & I (1994) o la resurrección que marcó You Are the Quarry (2004), Years of Refusal avanza sobre esquemas conocidos. ¿O acaso alguien esperaba un cambio de rumbo del amable bravucón que ha hecho de su obra un estilo de rock emocional, en el que las guitarras de la memoria rockabilly dominan la velocidad sin perder el efecto pop-rock de un estribillo ganador o el sentimentalismo cínico de una balada cantada en tiempos medios? De todos modos, aparecen algunas novedades, detalles de producción nuevamente a cargo de Jerry Finn, quien falleció hace unos meses a causa de una hemorragia cerebral y que suma su nombre al de Mick Ronson en la lista de productores que mueren luego de trabajar con Mozz. En primer lugar, sobresale la prepotencia guitarrera cuasipunk para imponer la sustancia eléctrica cada vez que el cantante exige furia despechada, y provocan sorpresa y hasta pavor las trompetas mariachis de la spaghetti western "When Last I Spoke to Carol", pero es sólo un desliz exótico en un disco armado sobre confesiones de rechazo y melodías para combatir las derrotas: "El que amo se anida en la mente, puedo romper este hechizo o aumentar el infierno" ("Black Cloud"); "¿Podría esto ser un brazo alrededor de mi cintura?, bien, seguramente la mano tiene un cuchillo" ("I’m OK by Myself"). Travesías heroicas como "I’m Throwing My Arms Around Paris", "It’s Not Your Birthday Anymore" o "You Were Good in Your Time" no hacen otra cosa que abonar la leyenda y, sumados a varios tracks de cepa Smith, completan una de esas obras que sólo pueden ofrecer aquellos artistas que son más amados que admirados.
Por Oscar Jalil
Recordemos esta canción que le puso música de fondo a una época muy sombría de mi vida. Gracias Mozz!! Otra vez desde el Your Arsenal.
Yo soy una pobre alma fría y congelada, alejada del lugar que pretendía encontrar. Hurgando a través de las constantes treguas de la vida, pero al mismo tiempo alejado del lugar al que ansiaba llegar. Deseo saber el modo en que podré encontrar el único amor, pero no tengo forma de hacerlo. Deseo tener el encanto de atraer al único amor, pero ya ves, no tengo el encanto. Mmm... Esta noche he consumido mucho más de lo que tenía conmigo. Estoy agotado. Oh, eso está claro para ti. Y tú puedes decir que yo nunca realmente amé. Tú puedes decir, si quieres, que dormí todo el día. Y ahora pienso que durante toda mi vida nadie me dio algo. Nadie jamás me dio algo.
Mi amor es tan cortante como una aguja en tu ojo. Y tú eres tan idiota como para dejarme ir…
(Seasick, Yet Still Docked. Morrissey)
¶ 12:20 p. m.
FRANCO. Del germ. Frank: libre, exento. Sencillo, sincero, ingenuo y leal en su trato. Liberal, dadivoso, bizarro y elegante. Desembarazado. Libre, exento y privilegiado. Patente, claro, sin lugar a dudas.
CAVAGNARO: es un apellido italiano originario de Parma pero extendido en Liguria, donde existe un río con ese nombre. Existen datos desde el siglo XIV. Pasaron a América desde el siglo XVI y en mayor cantidad desde el siglo XIX a Estados Unidos, Argentina y Perú. Hay estudios sobre la rama peruana que inició un Angelo Cavagnaro, de San Andrea de Verzi, que llegó en 1852 con toda su familia.