THEIR BIRTH IN GRIEF AND ASHES
Las ficciones que más cosas me dicen, la música que más cosas me dice, las imágenes que más cosas me dicen, son todas referidas a la relación padre e hijo. Intuyo por qué. Y ahora mucho más. Aún no termino
The road de
Cormac McCarthy. Es más, estoy pacientemente avanzando porque he decidido leerlo en inglés. Sé también por qué. He subrayado muchas frases y fragmentos. Por ratos se me escarapela el cuerpo. También sé por qué. Me da miedo. Me siento profundamente tocado. Miro el protector de mi pantalla. Siento cansancio. Alguien duerme en mi pantalla. Alguien que soy yo mismo. Una nueva versión mía. Un espejo de mí mismo. Algo pequeño, puro y limpio. Y soy yo también. El reflejo de mi espejo. Mi esperanza inextinguible. Mi apuesta. Claro que sí,
I’ll be your mirror.
No lists of things to be done. The day providential to itself. The hour. There is no later. All things of grace and beauty such that one holds them to one's heart have a common provenance in pain. Their birth in grief and ashes. So, he whispered to the sleeping boy. I have you. (page 47)
Ninguna lista de cosas por realizar. El día providencial por sí mismo. La hora. No hay más tarde. Todas las cosas de gracia y belleza que sostienen el corazón de uno tienen una procedencia común en el dolor. Su nacimiento en pena y cenizas. Así, él le susurró al muchacho durmiente. Te tengo.
Creo que debí haber puesto en lugar de I have you:
“Eres mío”.