En un solo día han sido dos films sobre vidas infantiles ligadas a gestas mundiales de fútbol vía Cinemax. Inglaterra 66 y México 70. Primer campeonato ingles y Tricampeonato brasileño. Dos niños con orígenes judíos. Raro. Sixty Six (2006) de Paul Weiland y O ano em que meus pais sairam de ferias (2007) de Cao Hamburger.
Me gusta este tipo de películas desde su planteamiento. El hecho de relacionar un hecho histórico y concreto a la vida trivial y concreta de personajes que no están ligados a estos hitos históricos, como normalmente ocurre. Eso es tremendamente atractivo. Le da fuerza, pone al alcance de la psiquis un hecho aparentemente superior, inalcanzable. Lo hace humano. Atractivo. Contundente.
Al inicio de O ano em que meus pais sairam de ferias, Mauro recuerda algo que le dijo su “pai”, algo así como que no hay nada más solitario que un arquero, siempre está solo y siempre listo para lo peor. Y hacia el final vuelve a recordar esto. La película es vista desde los ojos de este hincha del fútbol y de la selección más ganadora del mundo. Estamos a portas del inicio de México 70 y sabemos oscuramente (según la narración de la película) que los padres de Mauro deben huir y dejarlo con su abuelo. Solo le dicen que se van de vacaciones. Pero cuando Mauro llega al departamento de su abuelo éste a muerto. Estamos en Sao Paulo y de a pocos, siempre bajo el brazo de un vecino de su abuelo (judío porque, dato importante, la familia de Mauro es judía) vamos enterándonos de la diversidad étnica de los brasileños. Una cosa muy relajada, muy armoniosa, los italianos (cuándo no), los alemanes, los judíos, los negros. Juegan su pichanga y son felices, bueno cualquiera lo sería con Pelé y claro el 4 a 2 que le meten a Perú, esa selección novata venida desde los Andes. Al menos desde la óptica de Mauro, aunque claro algo no anda bien: la dictadura. Un graffiti y una rara acometida de la policía montada lo ponen en evidencia, pero es una presencia anémica, por llamarla de alguna manera.
Cosa bastante diferente pero con el mismo pretexto, más relax, con un tema un poco más judío ocurre con Sixty Six. Inglaterra campeón del mundial que organizó y ganó en el 66 (algunos dicen con trafa), poco importa. Bernie es el típico malazo jugando fútbol, y su viejo tiene un negocio que no es tan exitoso como el de su hermano menor. Algo así como Caín y Abel pero sesenteros y esto también se repite en los dos hijos: Bernie y su hermano. En verdad todo se inicia desde allí, pues el barnitzva de su hermano fue apoteósico. El problema es que el barnitzva de Bernie debe realizarse el mismo día de una hipotética final a la que Inglaterra accedería en caso le alcance el fútbol, pero Bernie desea fervientemente que no, porque en ese caso arruinaría su barnitzva. Bernie hará todo lo posible para impedirlo, en el camino su familia irá descendiendo en lo económico y ya no solo los goles de Bobby Charlton harán peligrar su fiesta. ¿A resaltar? Las tetas de la mamá de su vecino. Provecho.
FRANCO. Del germ. Frank: libre, exento. Sencillo, sincero, ingenuo y leal en su trato. Liberal, dadivoso, bizarro y elegante. Desembarazado. Libre, exento y privilegiado. Patente, claro, sin lugar a dudas.
CAVAGNARO: es un apellido italiano originario de Parma pero extendido en Liguria, donde existe un río con ese nombre. Existen datos desde el siglo XIV. Pasaron a América desde el siglo XVI y en mayor cantidad desde el siglo XIX a Estados Unidos, Argentina y Perú. Hay estudios sobre la rama peruana que inició un Angelo Cavagnaro, de San Andrea de Verzi, que llegó en 1852 con toda su familia.