Desde hace unos días vengo pensando en Kurt Cobain, claro después de ver Seven age of rock en VH1, documental de la BBC que sigo religiosamente los miércoles a las 10.00 pm. Creo que todos los que orbitamos la treintena admiramos a Cobain. Escuchamos sus gritos destemplados en casetes, bailamos Smell like teen spirit (ironía de ironías, la marca del desodorante que una ex de Kurt se echaba con regularidad y de la que él mismo terminaba impregnado), vimos en canal 7 ese Unplugged días después de su muerte y con el corazón en la mano escuchamos Where did you sleep last night, última canción con claro destinatario. Sabíamos que Cobain era un marginal y su tragedia en relación a la fama y la industria también es parte de la tradición del género. Como lo fue Sid Barret, esas tendencias tanáticas siempre están ahí. Sin actitudes así el rock no sería lo que es. Sabíamos que luego de terminar la prepa el pobre Kurt, fruto de un hogar disfuncional, tuvo que barrer su prepa como conserje con la humillación que eso significaba, pero de cuántas historias así está hecha la vida. Realmente Kurt te jugaste tu revancha Frances Farmer Will Have Her Revenge On Seattle, gran canción que de chibolo grité, aullé, aún no entendia que expresaban la letras, entendía perfectamente lo de jugarse la revancha en Seattle, la venganza en Seattle, sé perfectamente qué significa jugarse la revancha de todo, al final no todo se trata sólo de música. Solamente hay una cosa que no entiendo, cómo ¡shit! te matas (o te dejas matar sin jugarte la revancha) dejando a Frances sola. Ahora que escucho esa canción pienso en Frances, en la pequeña hija de Kurt. Ella en algún momento se podrá jugar la revancha que su padre no se jugó o se la jugó con una pistola en esa gran camiseta que decía I hate myself and I want to die. Escuchemos esta gran canción y busquemos jugarnos la revenge contra Lima.
FRANCO. Del germ. Frank: libre, exento. Sencillo, sincero, ingenuo y leal en su trato. Liberal, dadivoso, bizarro y elegante. Desembarazado. Libre, exento y privilegiado. Patente, claro, sin lugar a dudas.
CAVAGNARO: es un apellido italiano originario de Parma pero extendido en Liguria, donde existe un río con ese nombre. Existen datos desde el siglo XIV. Pasaron a América desde el siglo XVI y en mayor cantidad desde el siglo XIX a Estados Unidos, Argentina y Perú. Hay estudios sobre la rama peruana que inició un Angelo Cavagnaro, de San Andrea de Verzi, que llegó en 1852 con toda su familia.