materiaverbalis
18 de julio de 2006
 

Superstar

He abordado al chileno con ciertas reticencias, como para probarme a mí mismo que era injustificada toda la parafernalia post mortem que se ha armado alrededor de él y su obra. De arranque comprobé que exageraban, la típica historia de un taller de literatura es una tontería, pensé, para eso mejor leo otros intentos nacionales que seguramente son descendientes directos de Los detectives salvajes. Por coincidencia en el caso de Estrella distante (1996) de Roberto Bolaño ocurre lo mismo: un taller literario, personajes “trasvestidos” que juegan con su identidad (¿alguien dijo Donoso? ¿El lugar sin límites, puede ser?), pero uno avanza en la ficción y está tan bien llevada que no se despega de esta pequeña pieza maestra. Siempre he tenido debilidad por las novelas cortas. Y esta es de lo mejor. Literatura y crimen. Crimen y literatura. Sangre y poesía. Cocktail de polenta. Literatura e historia. El libro se abre con una diáfana frase que nos sitúa en un proceso de desintegración y violencia en la historia del país sureño: “La primera vez que vi a Carlos Wieder fue en 1971 o tal vez 1972, cuando Salvador Allende era Presidente de Chile” . El título también es una fuente poderosa de significación que a primera impresión tampoco parece oscuro: “Estrella distante”.

Cuando hojeé el libro lo primero que se me vino a la cabeza fue la bandera chilena, en esa estrella solitaria sobre el fondo azul. Después pensé en el cielo chileno, en una estrella en la Patagonia, lo más al sur de Sudamérica, un confín distante. Y después de leer la novela pensé en el desarraigo y la trashumancia. Y creo que eso justamente es esta ficción (y también esto serviría para explicar otras ficciones del mismo autor): la errancia como arte poética, algo obvio. Todos sus personajes son unos desarraigados (como el mismo Bolaño), como ocurre con Los detectives… claro leyéndola pensé en Rayuela pero en clave de novela negra con pequeñas dosis de Kunstleroman (novela de aprendizaje del artista), pero sin Horacio y sin la Maga.

Como ocurre con otras novelas contemporáneas, al recrear las diferentes vidas del personaje principal, Carlos Wieder, y de alguna manera tratar de responder: ¿quién es verdaderamente Carlos Wieder?, en verdad con lo que se juega es con palabras. Delinear una biografía con muy pocas situaciones, como hacía Borges en sus cuentos y en ese apretado resumen, darle la verdadera significación a esa vida en un solo suceso. Por algo tanto se compara a Bolaño con Borges. Es decir, alimentar esa vida con sentimientos y fobias, rodearlo de un contexto histórico y todo a vistas de un testigo, varios testigos, inseguros de su propia memoria y sus recuerdos: lo que se tiene es una historia en la que los hechos fluctúan entre la mentira, la exageración, la especulación y la omisión.

Carlos Wieder es el verdadero nombre de Alberto Ruiz Tagle, a quien el narrador personaje conoce junto a otros compañeros suyos en un taller en la ciudad de Concepción en Chile. Alberto es un ser enigmático y se verá envuelto en la especulación de los otros debido a su amistad exclusiva con mujeres. Desde un inicio se plantea el misterio de su destino y su desaparición luego de dos hechos sangrientos y que precisamente (después del primero) lo obligarán a asumir su verdadero nombre. La novela es la reconstrucción de su itinerario por Chile y después por otros países, aunque los testimonios no son del todo ciertos ni del todo confiables, finalmente aparece en España, donde también ha recalado nuestro narrador (siguiendo un periplo biográfico como el del autor) y allí se volverán a encontrar, aunque el narrador nunca está del todo seguro.

Pero quién es esta especie de estrella solitaria. Un poeta aviador que traza sobre el cielo de Concepción sus poemas en latín, gracias a los modernos aviones a chorro de la armada chilena. Un verso que se me ha quedado grabado es el que reza: Chile es la Antártida. Hermoso. Antes de desaparecer del taller y aparecer ya convertido en Carlos Wieder, el narrador nos refiere un asesinato múltiple realizado según su propia especulación por él contra dos hermanas poetisas del taller: las hermanas Garmendia, días después del golpe de estado de Pinochet. La novela está narrada en una clave nostálgica muy a tono y en una melancolía profunda por esos desaparecidos que el narrador ha conocido antes de huir también él e iniciar su errancia por todo el mundo.

Luego el joven Wieder vuelve a aparecer con su simpatía que a todos conquista y sus actos poéticos y sus performances, tipo Jorge Eduardo Eielson (si el gran vate peruano hubiera sabido manejar un avión seguramente se aventuraba también a trazar sus poemas en el cielo). Realiza sus giros y sus actos acrobáticos para garabatear sus versos sobre el firmamento hasta que se ve envuelto en un hecho sangriento que involucra a varios generales del ejército chileno (la escena más lograda de la novela y con una carga significativa impactante) y otra vez desaparece.

Hacia el final de la Estrella distante se me ocurrió que en los casos de ficciones que trataban de explicar o mimetizarse con hechos históricos traumáticos, el ingrediente de la culpa y la acusación siempre juegan un papel esencial.

PD. Ah, un motivo más para mi admiración: esta novela tiene un vaso comunicante lejano y casi imperceptible con mi primera inédita novela: El viaje (film de 30 minutos), en espera de publicarse hace más de 5 años.
 
Comentarios:
Ta'que nadie te comenta Franco de los Floripondios... habla unas chelas
 
Te agrego algunas cosas. Carlos Wieder nace en la primera novela que hizo que Bolaño saltara a la palestra: La Literatura Nazi en América, libro que reúne, a la manera de HISTORIA UNIVERSAL DE LA INFAMIA (Borges) y las VIDAS INVENTADAS de Schowb, las biografías de varios personajes, en este caso escritores, y no sólo eso, sino que escritores fascistas.
Es en este libro que aparece una última biografía, la de Carlos Ramírez Hoffman, escritor Nazi con una oscura relación con la dictadura de Pinochet y que de vez en cuando le da por escribir versos en el cielo.
Pues bien, de este Carlos Ramírez Hoffman nace carlos Wieder. Precisamente el apellido "Wieder", en una autoreferencia de Bolaño (Todos los libros de Bolaño hacen referencia a otros libros de Bolaño), a ese otro Carlos: Wieder significa en alemán creo, OTRA VEZ.

Por otro lado, la idea de escribir versos en el cielo en una avioneta, o en alcohones de la FACH, Bolaño la extrae, y parodia, de un poeta chileno llamado Raúl Zurita que años atrás contrató una avioneta a chorro en Nueva York para que escribiera palabras (que Zurita quizo bautizar como poesía) en el cielo.

Y de ESTRELLA DISTANTE + LOS DETECTIVES, un poema que se encuentra en el libro de Bolaño "Los Perros Románticos" nacen LOS DETECTIVES SALVAJES, la obra cumbre de este escritorazo.

Ahora bien, leyendo LOS DETECIVES SALVAJES, encontramos un capítulo de la segunda parte donde aparece una poetiza mexicana llamada Auxilio Lacouture que sobrevive a una toma en la UNAM. Pues bien, de Auxilio Lacouture nace otra novela de Bolaño: Amuleto, protagonizada precisamente por dicha poetiza mexicana. Y es en Amuleto donde un poeta llamado Arturo Belano (alter ego de bolaño, y que tb aparece en Los detectives Salvajes y otros libros) caminando por una calle desolada conversa con otro poeta y por ahí se dice que la calle parece un cementerio del año 2666; que es precisamente el título de la última meganovela de Bolaño: 2666, que consta de 5 partes, o 5 libros que hacen uno. En el cuarto libro, la parte de los crímenes, se narran más de 100 asesinatos ocurridos en Ciudad Juárez. Por ahí, cuentan cómo nace un detective: Lalo Cura, justamente de cuando su joven madre se involucra con dos poetas del DF mexicano que huyen por el desierto en un Impala blanco. esos dos poetas mexicanos, no son más que el mismo Arturo Belano y Ulises Lima los protagonistas de LOS DETECTIVES SALVAJES.

Bolaño, un genio.

Saludos
 
Excelentes precisiones amigo Luis. En verdad no soy tan devoto de Bolaño, pero Estrella distante es lo mejor si lo comparas con Detectives… que es un anecdotario algo largo. Hace unos dias su editor estuvo por aquí y revelo que le recomendo meter tijera a varias partes de esa novela. Cosa que yo tambien hubiera hecho. En fin tambien es verdad que todo eso que precisas, Bolaño se encarga (en una especie de prologo) de evidenciar: la genesis de Estrella distante, su filiacion con La literatura nazi… (que dicho sea de paso demoro en llegar aquí a un muy elevado precio) en la edicion de Anagrama que supongo es la unica edicion de dicho libro. De la misma manera en la misma ficcion el narrador se encarga de especular (y acaso no es lo que mas hacen los personajes de bolaño?) sobre el apellido Wieder dentro de la misma ficcion!!! Lo de Zurita tambien es conocido, hace un año estuvo por aquí y hace muy poco publico un libro de poesias cuya publicacion trascendio por estos lares. Lo de la anécdota de la escritora uruguaya en la UNAM es un datazo tio, eso si no lo sabia, digno dato de un raton de biblioteca bolañiana. Felicitaciones por tu blog esta muy entretenido eso del Premio Nac de Lit en Chile.

Un saludo por la Patagonia y chita la payasá.
 
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FRANCO. Del germ. Frank: libre, exento. Sencillo, sincero, ingenuo y leal en su trato. Liberal, dadivoso, bizarro y elegante. Desembarazado. Libre, exento y privilegiado. Patente, claro, sin lugar a dudas. CAVAGNARO: es un apellido italiano originario de Parma pero extendido en Liguria, donde existe un río con ese nombre. Existen datos desde el siglo XIV. Pasaron a América desde el siglo XVI y en mayor cantidad desde el siglo XIX a Estados Unidos, Argentina y Perú. Hay estudios sobre la rama peruana que inició un Angelo Cavagnaro, de San Andrea de Verzi, que llegó en 1852 con toda su familia.

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