30 años no se cumplen así nomás… Los que ya pasamos la treintena lo sabemos, bueno algunos jajaja Creo que The Wall seguirá vivo porque es un disco alucinado por alguien que no estaba bien, que estaba conflictuado, que empezaba a odiar lo que hacía, y digamos que, en términos generales, The Wall fue el planteamiento de Roger Waters hablando de sí mismo y también de los demás miembros de la banda y cómo no, del mítico Syd Barrett, ad portas de la separación definitiva y los juicios y las broncas que se derivaron de ello. Por algún lado vi que la idea de hacer un disco conceptual sobre estar aislado e incomunicado, nació el día que en un concierto un fanático gritaba sin cesar, Roger estaba tan molesto que le escupió en el rostro. De esa reacción violenta, nacieron las interrogantes que le dieron forma al disco.
El tema es descubrir qué hay detrás del muro, detrás de lo aparente… Eso que tanto gusta en la literatura, por ejemplo. Y que tanto aloca a los místicos, la búsqueda de la verdad. Supongo que por los mismos motivos me gustan estas cosas. The Wall es sólido, denso, oscuro, complejo… Sigue una narrativa que incluso Alan Parker llevó al cine con (y ésta es una opinión personal) grandes resultados.
El disco tiene varios momentos que me marcan, pero el que más me conmueve es el caos final de In the flesh, el ruido de un caza, o el alarido de un corazón en picada (el tuyo) y, casi de inmediato, desde el fondo, quizá anunciando la armonía final después del caos, el llanto de un bebé (The Thin Ice), lo sé reconocer, es el llanto de un bebé recién nacido que aparece en tu vida para ordenar todo de un solo golpe: Momma loves her baby and daddy loves you too. Segundos después la archi conocida Another Brick in the Wall que hacia el final, después de las clásicos reproches de la escuela, Waters (o Pink o Syd) lanza un suspiro e inicia Mother: los tiernos reproches a tu madre por haber hecho de ti eso que eres, eso en lo que te has convertido: Of course mama'll help to build the wall. La desgarradora Nobody home: I've got wild staring eyes. And I've got a strong urge to fly. But I got nowhere to fly to. Ooooh, Babe when I pick up the phone. There's still nobody home.
Nobody Home te prepara para la maravillosa Confortably Numb. Y esa frase que te dice qué significa la adultez: The child is grown, the dream is gone. I have become comfortably numb. Y Waiting for the Worms es la apoteosis del sueño fascista… La supremacía de la individualidad loca: Sitting in a bunker here behind my wall, Waiting for the worms to come. In perfect isolation here behind my wall.
Yo creo que como ocurre con otros discos de Pink Floyd las letras, melodías y el gran contenido psicológico detrás de todo hace que te enganches, porque la pérdida del padre, la sobreprotección de la madre, los desequilibrios derivados de la adultez, la rigidez castrante de la escuela, los conflictos en las relaciones con las mujeres, la locura y las fantasías de destrucción contra la gente, son todos fenómenos que tomamos como propios y nos explican.
Y digo que sé que The Wall seguirá vivo, porque por ejemplo, sin ir muy lejos, mi hijo de un año y medio también reconoce sus acordes, le encanta, como a mí que aprendí bastante tarde la importancia de este grupo y de este disco.
En estos 30 años, yo también grito: Crazy, Toys in the attic. I am crazy.
¶ 12:45 p. m.0 Comentarios
27 de noviembre de 2009
SYNDROMÉ
En medicina, un síndrome (del griego syndromé, concurso) es un conjunto sintomático que presenta alguna enfermedad con cierto significado y que por sus características posee cierta identidad; es decir, un grupo significativo de síntomas y signos (datos semiológicos), que concurren en tiempo y forma, y con variadas causas o etiologías.
Si bien por definición, síndrome y enfermedad, son entidades clínicas con un marco conceptual diferente, hay situaciones "grises" en la Patología, que dificultan una correcta identificación de ciertos procesos morbosos en una categoría o en otra.
Algunos síndromes:
El síndrome Amok consiste en una súbita y espontánea explosión de rabia salvaje, que hace que la persona afectada corra locamente, armada, y ataque, hiera o mate indiscriminadamente a las personas y animales que aparezcan a su paso, hasta que el sujeto es inmovilizado o se suicida.
El síndrome de Diógenes es un trastorno del comportamiento que normalmente afecta a personas de avanzada edad que viven solas. Se caracteriza por el total abandono personal y social y por el aislamiento voluntario en el propio hogar, acompañados en muchos casos de la acumulación de grandes cantidades de dinero o de desperdicios domésticos.
El síndrome de Münchausen es una enfermedad psiquiátrica, que se caracteriza por inventarse y fingir dolencias (o incluso provocárselas a sí mismo, mediante la ingesta de medicamentos o mediante autolesiones) para llamar la atención de los médicos, y ser tratado como un enfermo.
El Síndrome Fred Astaire es un trastorno psicológico que produce insomnio, fatiga, ensoñación constante… Ira incontenible transformada, como el hermano mostruoso de Mr. Hyde, en amor obsesivo hacia un ente femenino. Locura final con apariencia de paz definitiva.
El síndrome de Estocolmo es una respuesta psicológica en el que la víctima de secuestro, o persona detenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador. En ocasiones, los prisioneros pueden acabar ayudando a los captores a alcanzar sus fines o evadir a la policía.
El Síndrome de Tourette se refiere a un "transtorno impulsivo" o un "transtorno deshinibitorio". TS significa estar constantemente invadido por múltiples y extraños impulsos y por el otro, ser incapaz o menos hábil de suprimirlos. Muchos investigadores creen que son totalmente casualidad y sin sentido "el nervio tira bruscamente", mientras muchas personas quienes realmente padecen del TS, informan que parece haber algún patrón o significado escondido, que no pueden entender de ellos.
¶ 4:14 p. m.0 Comentarios
FRANCO. Del germ. Frank: libre, exento. Sencillo, sincero, ingenuo y leal en su trato. Liberal, dadivoso, bizarro y elegante. Desembarazado. Libre, exento y privilegiado. Patente, claro, sin lugar a dudas.
CAVAGNARO: es un apellido italiano originario de Parma pero extendido en Liguria, donde existe un río con ese nombre. Existen datos desde el siglo XIV. Pasaron a América desde el siglo XVI y en mayor cantidad desde el siglo XIX a Estados Unidos, Argentina y Perú. Hay estudios sobre la rama peruana que inició un Angelo Cavagnaro, de San Andrea de Verzi, que llegó en 1852 con toda su familia.